Sábado 5 de junio de 2010:
A las once de la noche estuvimos en esta bella población cercana a Madrid y cuna de Miguel de Cervantes Saavedra. Allí nació el genio de las letras españolas el 23 de abril de 1.541. Esta es la ‘Ciudad del Saber’, importante centro universitario en donde en 1.499 el Cardenal Cisneros fundó la que hoy es la Universidad Central de Madrid. Es una ciudad universitaria con una Facultad de Derecho de renombre.
Alcalá de Henares tiene una población de 200 mil habitantes y es la capital de la comunidad de Alcalá. En 1.998 fue declarada por la UNESCO ‘Ciudad Patrimonio Mundial’. Su nombre significa ‘Castillo sobre el Río Henares’ y eso es lo que aparece en el escudo de la ciudad.
Primero estuvimos en la Plaza, la iglesia, cerrada a esta hora de la noche, y después fuimos a conocer la casa donde nació Cervantes. Por supuesto que nos tomamos fotos en la banca donde están sentados los protagonistas de El Quijote de la Mancha. Por último nos sentamos a tomar tinto de verano en el restaurante Baserri que tiene mesas y sillas sobre la calle peatonal. Aquí también, como en Segovia, vimos jóvenes que despedían a una pareja de solteros con atuendos típicos y amarrados a una columna. Parece ser que al principio del verano se celebran muchas bodas y más este fin de semana para aprovechar el puente del Corpus Christi.
Qué emoción ver unas cigüeñas preciosas, aún despiertas en sus nidos sobre la torre de la iglesia principal. Me encanta ver esas aves tan grandes. Parece que en otra vida yo fui cigüeño y por eso ahora me deleito tanto mirando desde una altura.
El parque de Alcalá es hermoso, lleno de matas de rosas de diferentes colores. Y no es esta ‘la ciudad de la eterna primavera’. Algunos bajantes de las aguas lluvias terminan en gárgolas muy bien elaboradas. Definitivamente Alcalá de Henares es una ciudad encantadora, muy bien cuidada y mejor adornada. La noche está preciosa, fresca y alegre. En varios de los restaurantes venden patatas con chistorra, una especie de embutido catalán. Antes de regresar al hotel pasamos frente a la Universidad de Alcalá, de fachada muy bonita.
Ya en la camioneta Mercedes me pregunto si yo sí aguantaré este trajín de acostadas de madrugada para levantarnos temprano a continuar el viaje. Dios proveerá.
Domingo 6 de junio de 2010:
Como no hubo Concierto en el Auditorio Nacional, regresamos de Madrid a esta ciudad que nos encantó desde el primer día. Además las compañeras querían visitar la Primera Muestra Arte que se celebra hoy acá. Fuera de eso nos tocó la procesión del Corpus Christi con los niños que habían hecho la primera comunión este año y los anteriores.
Qué bonito desfile, encabezado por una Banda Marcial. A continuación muchas niñas con sus vestidos blancos de gala y niños de saco y corbata o con vestido marinero. Gente mayor portaba estandartes de congregaciones religiosas y muchos sacerdotes iban atrás del monumento: un suntuoso catafalco dorado. Se ve que esta es una ciudad de costumbres tradicionales y arraigadas creencias católicas.
Qué bello es el parque de Alcalá! Sobre todo porque tiene muchas matas de rosas de capullos rojos, rosados, blancos y flores casi de todos los colores. Los árboles de la plaza tienen ramas cortas y de abundante follaje sobre tallos gruesos y fuertes. Se ve que los podan con frecuencia para que adquieran esa contextura y no se eleven demasiado.
Mirando ese jardín tan bello de la plaza de Alcalá, me pregunto por qué en Medellín, donde se celebra la Feria de las Flores no se fomenta el cultivo de matas bien hermosas que adornen las urbanizaciones, avenidas y plazas públicas. Sería bueno llevar a cabo esta idea, al menos en la urbanización donde vivo.
En El Churrasquito Argentino, frente a la plaza de Alcalá nos tomamos un café con leche pequeño a 1.20 €, acompañado de porción chica de pizza a euro la unidad. Hemos notado cómo en España la gente atiende con brusquedad, hablan duro, como si lo estuvieran regañando a uno. Las servilletas son poco absorbentes y en negocios corrientes no son muy generosos con ellas. También es pequeña la gaseosa que venden acá, no se ve la de 350 mililitros tan común en Colombia.
Al final del parque hay un kiosco antiguo con forja muy bella. Debajo se encuentran los baños públicos muy limpios y bien dotados. En el parque, después de la procesión, una pareja de acróbatas deleita al público con sus cabriolas. Parece que en Alcalá no hay edificios altos. En el pasaje peatonal las casas generalmente son de tres pisos con balcones en hierro forjado y muchos de ellos decorados con plantas de flores coloridas.
Terminamos la visita a Alcalá con una agradable tertulia en la calle peatonal que une la plaza con la Casa de Cervantes que visitamos anoche. Camilo y Catalina nos acompañan y son ahora nuestros anfitriones. Al regresar a nuestro Hotel Ibis, solucionamos fácil un corto circuito que se hizo en una de las habitaciones.
A veces los que vivimos aquí olvidamos lo maja que es Alcalá. Me alegro de que lo hayáis pasado tan bien en esta pequeña ciudad adoptiva mía.
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