2011/02/19

Venecia (II)


Viernes 25 de junio de 2010:

Después del desayuno tardío, pues casi todos dormimos más de la cuenta, nos reunimos en la cubierta del noveno piso para entregarle el regalo de cumpleaños a APC, una chaqueta de Myconos, y chacotear un poco.  


Ahora cuando va a terminar el crucero creo que todos sentimos la necesidad de comer menos y disfrutar con prudencia de los postres. Cuando planeábamos el viaje se pensó en un momento  tomar un crucero de quince días, pero eso hubiera sido un error. Tanta comodidad cansa y se vuelve un poco monótona la vida. En el fondo como que empezamos a añorar nuestra vida comunitaria en la camioneta Mercedez que nos espera en Venecia. 


Para mi el hecho de que haya muy pocos pasajeros que hablen español es uno de los peros de este viaje. Es muy interesante cuando uno puede compartir experiencias con personas de otros países. Claro está que son más las cosas positivas que hemos vivido. Esto de viajar en un barco de lujo es una experiencia inolvidable. Cuánta comodidad, qué paisajes marinos tan bellos y muy agradable el llegar cada día a un puerto diferente después de viajar durante la noche. 

Este día la pasaremos en el barco pues será de viaje continuo hasta Venecia. Estaremos llegando a ese destino mañana sábado 26 a las 6:45 de la mañana. Estaré atento para ver la llegada que puede ser muy bonita. Hoy habrá partidos del mundial muy interesantes.



Por la tarde hicieron una paella en la cubierta del noveno piso. De ella disfrutó mucho Alvaro quien está feliz tomándose unos rones Zacapa para celebrar su cumpleaños. Yo pase un grupo de buenas fotos a la memoria USB para enviarle a mi morena y mi familia.

Me entretuve viendo un programa de la Televisión Española en el cual entrevistaron a dos personas mayores de 70 años y expertas en economía. La verdad estos ancianos no hablaban muy claro y tampoco eran agradables a la vista. Pero me queda la convicción que acá en Europa se valora más la experiencia. En nuestros países en cambio importa solo la belleza física, el atractivo corporal, etc.

A las siete de la noche vimos el partido Portugal 0 Brazil 0 y luego nos fuimos para el Teatro del Barco a ver dos espectáculos muy buenos: las maravillas de un mago profesional y después un Show Musical muy gringo pero bonito y entretenido.


La cena fue con una ‘Sopa de cebollas caramelizadas y hervidas a fuego lento en un rico caldo de ternera lleno de sabor. Cada ración se acompaña de una tostada de queso Gruyere. Témpura de langostinos Mahi Mahi, ligeramente recubiertos de témpura, fritos hasta estar dorados y servidos con verduras rehogadas y salsa de ciruela al chili y a la lima’. Y de postre, ‘Sandwich de brownie de chocolate: mouse de chocolate negro agridulce emparedado entre capas de rico brownie de chocolate’.

Más tarde terminamos de ver España 2 Chile 1. Qué bueno que estos dos países clasificaron a semi finales.

  
Sábado 26 de junio de 2010:

A las 5:30 de la mañana estuvimos Álvaro y yo en la cubierta del barco en el piso 10 para contemplar el amanecer y ver la llegada del barco a Venecia. Tenemos la fortuna de vivir un día de verano, pues me cuenta mi cuñado que hace un año a Samuelito y a él les tocó una mañana de lluvia.

Desde cuando nos ubicamos en la terraza se empezaron a ver a lado y lado del gran canal por donde entran los barcos, dos corredores de piedra que se están construyendo con fondos de la Unesco. Con ello se busca contener el mar para que no arrastre el agua de la laguna e inunde la ciudad de Venecia. Por un sector del cordón de piedras han sembrado muchas plantas, palmeras quizá, que se verán bellísimas cuando crezcan. Así como en Maracaibo, acá en Italia hay una gran laguna que se confunde con el mar y sirve de entrada a la ciudad.




Se formaron ante nuestros ojos arreboles amarillo y naranja por donde más adelante apareció el sol. Bandadas de gaviotas vuelan rasantes sobre el océano y no faltaron dos más atrevidas que cruzaron por sobre nuestras cabezas. Estas aves se ven hermosas con su plumaje blanco de líneas grises y las patas amarillas bien extendidas a lo largo de la cola. Muchos pasajeros madrugaron a presenciar este espectáculo sin igual. Aunque, guardadas las proporciones, hube de recordar la llegada a Cartagena en barco procedente de Barú a las 5:30 de la tarde. También es un entretenimiento bellísimo. Aquí igualmente hay un fuerte amurallado semejante al cartagenero, desde el cual se protegía la ciudad de invasores indeseados.

Más adelante se hizo más cercana la ciudad de Venecia, y se distingue ya la plaza de San Marcos con su torre altiva y elegante, las cúpulas de la Catedral, los edificios de cinco plantas y de colores pasteles que bordean el gran canal. La vía acuática está señalizada, como corresponde,  con boyas verdes a la derecha y rojas a la izquierda. Barcos más pequeños zarpan del puerto dejando a su paso una estela de espuma blanca.


Delante de nosotros también se aproxima al puerto otro crucero similar al ‘Splendor of the Seas’. Un barco nodriza mediano y de enorme máquina se coloca adelante del Royal Caribian para hacerle guardia. Luego lanzan una pesca con la cual suben un lazo grueso y fuerte que amarraron a la proa de nuestro buque. Así, ante cualquier emergencia, el remolcador podrá guiar hasta buen puerto a la gigante nave.



El barco nuestro que venía girando hacia la izquierda dio luego un giro hacia la derecha hasta llegar al muelle. En el primer giro pude fotografiar alguna iglesia y el edificio del Hotel Venezia Hilton el cual en un comienzo albergaba un molino de harina de la marca G. Stucky. 



No sobra decir que Venecia es una ciudad preciosa. Antes de conocerla estaba un poco prevenido por el concepto de mis parientes Ramírez a quienes cuando vinieron a Europa Venecia les pareció no tan agradable por que el mar olía maluco. Sí, es posible y a veces, pero a mí me encantó esta ciudad y quisiera volver a visitarla.

Por fin atracamos y rápidamente bajé al piso noveno a desayunar. Mi última comida en este hermoso barco que nos ofreció deliciosas viandas y ricos postres. Ahora tocará hacer algo de dieta para bajar los kilos ganados durante esta semana. Menos mal a los hombres nos es fácil bajar de peso, siempre y cuando nos lo propongamos. Álvaro y yo, ya sin  equipaje, hicimos una pequeña siesta en la recámara 3017 y a las 7:50 bajamos a tierra con el resto del grupo.

El desembarque es ágil y sencillo gracias a que desde la noche anterior todas las maletas fueron marcadas con cintas de colores según la hora de salida que le corresponde a cada  pasajero. Una vez más la buena planeación y una logística perfecta hace fácil lo difícil. Y en la sala de embarque se procede a la salida de 2.000 pasajeros, cada uno arrastrando sus maletas. Es satisfactorio ver cómo no se controla a nadie porque ninguno se lleva lo que no le corresponde. 



Tuvimos alguna demora para salir del muelle mientras Álvaro llevó hasta el aeropuerto veneciano a nuestros amigos bogotanos Mauricio y Patricia. De nuevo en el Novotel de Venecia la buena noticia fue que Margos recuperó las joyas que había olvidado en la habitación. Así que una vez más se hizo evidente la cultura de la honestidad. 

2 comentarios:

  1. Que lugar tan maravilloso parece ser!! Voy a ver si vamos el año que viene con mi familia!! Ya que este año ya nos fuimos al hotel conrad en miami, a sus increibles playas!!

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  2. Estoy leyendo acerca de sus viajes, me parecen muy interesantes. No he podido saber cómo volver a uno en Colombia, Lourdes-Santander, donde usted habla sobre unas antiguas campanas. Me podría indicar cómo llego a ese diario?

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