2010/10/23

Sevilla

Martes 8 de junio de 2010:

Sevilla está catalogada como una de las ciudades más bellas del mundo y una de las de clima más cálido en España. Procedentes de Lisboa, llegaremos al Hotel Isla Cartuja, el mejor hospedaje que tendremos en todo el paseo. A pesar de ser un Hotel de cuatro estrellas, acá tampoco existe la figura del botones que te espera en la puerta y te lleva las maletas hasta la habitación.

Este Hotel está cerca al puente del Alamillo, sostenido por  un mástil inclinado que se ve de diferentes puntos de la ciudad y atraviesa el río Guadalquivir.  Fue diseñado por Santiago Calatrava y es atirantado, como el de Envigado, pero con un diseño impactante y novedoso. El puente del Alamillo consta de un único pilar que actúa de contrapeso para los 200 m del puente gracias a trece largos cables. Permite el acceso a la isla del Monasterio de la Cartuja y fue inaugurado en 1.992 para la Expo Sevilla que duró seis meses. En 1889 se inauguró también en París la Torre Eiffel para conmemorar los cien años de la revolución francesa y dar inicio a la Feria Internacional de ese año. En los predios de Expo 92 está ahora el Parque Temático Isla Mágica y el viejo Monasterio.


Antes de ir al hotel hicimos un recorrido por el Paseo de las Delicias, semejante al Paseo de la Castellana, en Madrid, y también con árboles preciosos que bordean el río ‘que quiso ser mar’.  A un lado de esta avenida están la Torre del Oro, el consulado de Colombia  y la Plaza La Maestranza en donde en 1.993 César Rincón sufrió una cornada que por poco le cuesta la vida o lo deja ‘que ni pa’ tío’, cuando lidiaba el toro Faruchito.

Es hermosa esta ciudad, con todas sus calles arborizadas. Pasamos cerca de la Capitanía General desde donde, en el siglo XVI,  se coordinaban todos los viajes a América. Aquí todavía existe un Consulado de Portugal, cosa rara, pues ahora con la Unión Europea ya es una entidad obsoleta.


Álvaro nos recuerda cómo los árabes estuvieron en España entre el año 800 y el 1.400. Por eso también en Sevilla hay muchas construcciones de estilo morisco como el Hotel Alfonso XIII  y el Edificio Renta Antigua, sobre la Avenida de la Constitución, la misma por la cual circula el moderno tranvía sevillano que no usa catenaria: el trapecio aquel que conecta al cable aéreo.

Dejamos la camioneta en un parqueadero y salimos a caminar por la Avenida de la Constitución, justo a un lado de la Catedral de Sevilla.

Luego visité la iglesia de María Magdalena. Qué templo tan hermoso. Tiene varias cúpulas, cuál de todas más bella y detalles de diseño nunca vistos en otros templos. Se exhiben varias de las imágenes que salen en las procesiones de la famosa Semana Santa de Sevilla.


Contiguo al Edificio Renta Antigua hay una plazuela muy bonita en donde se detiene el tranvía. Junto a este edificio nos encontramos de nuevo los nueve paseantes a las nueve de la tarde. Mientras esperaba a los compañeros me deleité viendo pasar sevillanas en bicicleta, pues son las mujeres quienes más utilizan este medio de transporte. Y sí, hay unas damas bien  bonitas, sobre todo con pieles bronceadas hermosas. Margos me explicaba que las europeas acostumbran exponerse al sol largas horas cuando llega el verano. Se  ven bellísimas ahora, pero cuando tienen sus años la piel se vuelve como de pergamino.

Yo aproveché este tiempo para comprar en El Corte Inglés un NetBook Toshiba NB 200 con Mouse y estuche que me costó 320 €. Ahora sí podré depositar en él las fotos que he tomado, más de mil  hasta ahora. Tuve que esperar como una hora hasta cuando el computador cargó todos los programas. Por fin a las diez de la noche, cuando estaban cerrando el almacén, cancelé la compra y regresé en Taxi por 7€ al Hotel Isla Cartuja.

Por seis euros comí un perro caliente en el Hotel mientras mis compañeros salieron para asistir a una presentación de Baile Flamenco. Yo debo aprovechar el tiempo en mi computador y descansar acostándome más temprano. Le dejé este mensaje a Ricardo:

‘Qué te parece si mañana temprano vamos al centro a montar en bicicleta?’
 
Una de las cosas que más he admirado en el viejo continente es la facilidad para usar la bici en ciclovías y en sitios donde alquilan el vehículo. Y aquí en Sevilla he visto varios acopios de bicicletas.


Miércoles 9 de junio de 2010:

Aquí en Europa prevalecen las relaciones de confianza. Ayer, en la iglesia de la Magdalena los santos y reliquias estaban expuestos ahí no más, sin un vigilante al lado. En la mayoría de los hoteles a la hora del desayuno simplemente nos preguntan el número de la habitación para luego cargar el valor a la cuenta general. Sin embargo en este Hotel Isla Cartuja esta mañana sí debimos firmar un tiquete y nos entregaron copia con el valor del desayuno.

Temprano subimos las maletas y salimos en la camioneta hacia el centro de Sevilla en medio de llovizna, cosa rara, pues esta es una de las ciudades europeas donde hace más calor. Pasamos frente a la Torre del Oro en el Paseo Colón. Álvaro se parqueó cerca al Ayuntamiento y la directriz es que cada uno fuera donde quisiera y regresara a ese sitio a las once de la mañana.

La mayoría salimos hacia la Catedral de Santa María de Sevilla, una de las más bellas del mundo. Qué iglesia tan grande y bella. Está engalanada con miles de imágenes pequeñas labradas en madera o en mármol. Allí permanecen los restos de Cristóbal Colón que se colocaron dentro de un féretro llevado en hombros por cuatro hombres de tamaño natural. Se destacan además los órganos tubulares hermosísimos, un tintinábulo gigante, y la custodia inmensa con imágenes talladas en plata.


También se destacan los suntuosos sepulcros con las imágenes de dos cardenales labrados en alabastro. La construcción en madera del presbiterio en donde rezan los canónigos es bellísima. Las columnas muy altas y elegantes llegan hasta el techo en donde rebasan arcos de crucería. Fuera de las capillas auxiliares, esta iglesia excepcional tiene baños públicos a un lado de la edificación, servicio nunca visto en otros templos.

Aún bajo la lluvia pasé luego por la Giralda, nombre con el que se conoce el campanario de la Catedral de Sevilla que en el siglo XII fue el alminar o minarete de la mezquita que había allí. Porque durante la dominación árabe, Sevilla fue la capital de la Península Ibérica y como tal debía tener una mezquita suntuosa. El nombre de Giralda viene de ‘girar’, referido a la veleta que porta la figura humana ubicada en lo más alto de la torre y que señala la dirección del viento.

Luego anduve unos 45 minutos buscando la camioneta sin encontrar a mis compañeros. Es que no es lo mismo andar bajo la lluvia que mirar por entre calles y socavones en tiempo seco. Mis amigos estaban a una cuadra de la Torre del Oro, y en varias ocasiones pasé frente a ese monumento emblemático de Sevilla. Así que por fin tomé un taxi que por 3.7 euros me dejó cerca del Ayuntamiento a las once de la mañana,  hora convenida para el encuentro. El santo y seña acordado en caso de pérdida de alguno de los del grupo en otra ocasión, es llamar a la recepción del Hotel donde estemos hospedados pues allí tendremos servicio las 24 horas del día. Lo peor sería llamar a Colombia pues el chisme se regaría rápidamente y todos se preocuparían mucho.
 
La Torre del Oro es una torre albarrana, es decir que hacía parte de una muralla que protegía a la ciudad de Sevilla en tiempo de los moros. Debido a los materiales con que fue construida formaba un reflejo dorado sobre el río Gadalquivir razón por la cual tomó el nombre de Torre del Oro. Está formada por tres cuerpos de forma dodecagonal y tiene una altura de 36 metros. Se sitúa a orillas del río Guadalquivir y muy cerca de la Plaza de Toros de la Real Mestranza en el centro histórico de Sevilla.  En su interior se encuentra el Museo Naval. 

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