Valencia

Jueves 10 de junio de 2010:

Al llegar a Valencia, el segundo puerto en importancia de España, después de Barcelona, veníamos hablando del casamiento al cual don Samuel Posada lo describe con estas palabras:

‘El matrimonio se parece a una mata de fríjoles:

al principio solo flores y después vienen las vainas…’.

Valencia es una ciudad muy moderna e industrial con astilleros importantes, fábricas de autos, entre otros productos y bañada por el río Turia. Tiene un millón y medio de habitantes en su área metropolitana Allí se corre el Gran Premio de Europa de la Fórmula 1 que este año será dentro de quince días. La boleta más barata para ver ese espectáculo cuesta 150 euros. Nino Bravo era oriundo de esta ciudad. En mis recuerdos de infancia está el ‘Arroz a la Valenciana’, que comería tres veces únicamente pero que en mis tiempos era el plato más exquisito y exótico.

El primer monumento que vimos estaba en un redondel en cuyo centro se levantan varios anzuelos gigantes. Al fin y al cabo se trata de una ciudad costera. A las 12:30 del día dejamos la camioneta en un parqueadero de la Gran Vía del Marqués de Turia y salimos a pie hacia el centro de la ciudad. Aunque hay un cielo abierto hermoso, la temperatura está apenas en 26º centígrados. Acá el cenit es como a las dos de la tarde y no a las 12 como en nuestros países tropicales. Para este sol ardiente y canicular nada mejor que mi sombrero de capucha negra que llama la atención, no por bello, sino por práctico y porque de verdad protege no solo la cara sino también la nuca.

Aquí en Valencia, como en toda Europa hay suficientes recipientes para las basuras y para reciclar cartón e incluso aceite de cocina. Como en España no se diferencian las placas particulares de las de servicio público, los taxis portan una lámina adicional con las letras SP. En los paraderos de los buses urbanos hay tableros electrónicos que indican los minutos que restan para que pase el bus de cada ruta. En algunas avenidas del centro hay carteleras electrónicas que indican el número de plazas disponibles en los parqueaderos del sector. Acá  cerca está la estación del Metro. Pasan mujeres en bicicleta que se comportan como peatones pues transitan por las aceras. Sin embargo acá en Europa es más frecuente ver mujeres fumando por la calle.

Anduvimos junto a una Feria de las Naciones con Artesanías de todos los países. Allí cerca varios niños jugaban trepando por cuerdas de nylon formando una telaraña sujeta a un pedestal. Me llaman la atención los tatuajes que ostentan algunos jóvenes valencianos. Tienen figuras muy elaboradas y al igual que en Colombia, está de moda hacerse grabados en la piel.

Anduvimos por la Calle del Pintor Sorolla para entrar después al Jardín del Turia, una especie de parque lineal de kilómetro y medio de largo construido en lo que antes era el cauce del río Turia.  Ocurre que cuando llovía se inundaba toda la ciudad lo cual hizo necesario desviar el río y por donde corrían sus aguas se construyó este hermoso pasaje natural con árboles y flores preciosas que termina en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El sendero tiene además canchas de futbol, tenis y diamante de beisbol.

Allí cerca está La Puerta del Mar, un arco bellísimo que exhibe un murciélago en la parte superior. En el plano de Valencia que estamos observando se ubican 19 museos, 21 monumentos y edificios civiles y 17 iglesias. Así que esta es una ciudad para visitar durante varios días.

Nos detuvimos a almorzar en Café & Té, un restaurante sobre la Plaza del Ayuntamiento con el Hotel Meliá al frente y  otros edificios muy bellos. Nos atiende Bibiana, una joven y atenta manizalita. Pido pizza barbacoa que trae queso mozarela, bacon y pollo. El pan con que se acompañan siempre las comidas no es gustoso como el nuestro, sino más bien insípido aunque casi siempre crujiente. De sobre mesa todos pedimos jugo de naranja valenciana, claro, qué delicia!

Las duquesas estaban ansiosas de ver a su sobrino Camilo Duque quien está haciendo una especialización en cirugía plástica en Valencia. Llegó al momento y desde entonces fue nuestro guía para visitar la Ciudad de las Ciencias, después que dejamos la camioneta en el parqueadero de su apartamento.  Camilo nos cuenta cómo aquí en Valencia, como en Colombia, son frecuentes los casos de quemados por pólvora.  Según el doctor Duque, España tiene la mejor protección en salud, tanto que el país ibérico invierte el 50% de su PIB en el bienestar de sus ciudadanos.

Y es que hacia el 19 de Marzo, fiesta de San José, se celebran en la Comunidad Valenciana las ‘Fiestas de las Fallas’. Son todo un acontecimiento popular para el cual se hacen carrozas monumentales que luego se queman como queriendo calcinar los males del invierno y dar la bienvenida a la primavera. Inicialmente los carpinteros quemaban los residuos de madera en homenaje a su patrono. Hoy es un acontecimiento que atrae a muchos turistas y que también se celebra en Mar del Plata en donde hay una gran comunidad valenciana.

Camilo estuvo mes y medio conociendo Europa de mochilero. Nos recomienda el EuRail,  un tiquete único que cuesta 800 euros y permite viajar en primera clase por todos los países de la Unión. A todas la ciudades europeas llegan trenes. Aquí ese servicio es costoso y a veces resulta más barato viajar en avión.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias es un conjunto de edificaciones modernas y de construcciones atrevidas, diseñadas por Santiago Calatrava, el mismo que cobró cinco mil millones de pesos por terminar el puente de Envigado, cerca de la Estación del Metro. Las construcciones valencianas de Calatrava son recientes y únicas. Están rodeadas de jardines preciosos con rosas de todos los colores y sembrados con sistemas de riego de mangueras ocultas. Valencia es de verdad una hermosa ciudad. Moderna, organizada y con excelentes servicios.

Luego de caminar por entre los edificios de la Ciudad de las Ciencias a las siete de la tarde nos despedimos de Camilo y salimos con destino Barcelona. Saliendo de la ciudad pasamos frente a un mirador con ascensor semejante al construido en Medellín cerca al Atanasio Girardot que se usa muy poco. 

El país ibérico tiene 50 provincias y dos ciudades autónomas en la costa del continente africano: Ceuta y Melilla. Lo que para nosotros son subregiones: Altiplano cundiboyacense, Costa Atlántica, Eje Cafetero, etc, en España se llaman Comunidades Autónomas. Son 18 en total y las más importantes con sus capitales, son:

Madrid: Madrid

Andalucía: Sevilla

Aragón: Zaragoza

Castilla y León: Valladolid

Valencia: Valencia

Cataluña: Barcelona.