2011/01/16

Orvieto

Miércoles 16 de junio de 2010:

Al salir de Roma pasamos frente a la embajada de Colombia que tiene una fachada preciosa de estilo clásico. También vimos a lo lejos el Estadio de Roma, un escenario deportivo cinco estrellas con una gran estructura metálica que cubre todas las graderías;  todos los puestos tienen sillas  numeradas y allí se jugó la final del Mundial Italia’ 92.

En italiano salida es ‘Ushita’ lo que nos recuerda el vocablo ‘ushi’ con el cual se acostumbra echar a los perros. Y es que sale uno del tráfico romano y descansa. Nuevamente se ven prados verdes al lado de la autopista.

De nuevo en la camioneta conversamos y nos reímos por bobadas o chistes de nuestro guía. A Gloria la molestan diciendo que cuando se suba al barco del Crucero se colocará el vestido de baño, las chanclas blancas y el pareo para que el Capitán la saque a bailar. Pero no todo lo que se habla es paja: también recordamos las ciudades más pobladas del mundo, que en su orden son:


Orden
Ciudad
País
Habitantes
1
34.000.000
2
Seúl -Incheon
24.200.000
3
23.400.000
4
Cantón - Foshan-Dongguan- Zhongshan- Jiangmen
23.200.000
5
23.200.000
6
22.800.000
7
22.200.000
8
20.900.000
9
19.600.000
10
18.400.000
11
17.900.000
12
Osaka- Kōbe -Kioto
16.800.000

Roma tiene en su área metropolitana unos 4.3 millones de habitantes, de los cuales 2.7 habitan la capital italiana. Y sí, Ciudad de Méjico, la tercera más poblada del mundo,  es una urbe tan grande que la avenida La Reforma tiene 50 kilómetros de largo.

Quienes han venido otras veces a Europa comentan cómo cuando se compran los tiquetes aéreos por ahí con dos meses de anticipación, se pueden adquirir pasajes entre ciudades a 30 euros por trayecto, lo cual es más económico que viajar en tren.

El día está precioso, de firmamento abierto y un sol brillante que todo lo engalana. A las dos de la tarde nos detuvimos para almorzar en un AutoGrill. Aquí los techos del Restaurante son paneles solares. Así también en Colombia deberían ser calentadores solares las paredes de los edificios de apartamentos. Quizá porque tenemos abundantes fuentes de energía es por lo que no se han aprovechado al máximo las energías renovables.



A las tres de la tarde divisamos a Orvieto, un pueblito de la Umbría colocado en el alto de una montaña y con una preciosa vista sobre la sabana circundante. Lo más famoso de Orvieto es su iglesia, con grabados y mosaicos preciosos en su fachada. A este pueblo se debe venir por la tarde cuando los rayos del sol pegan contra el frontis de la iglesia. Se destacan los símbolos de los cuatro evangelistas y termina el decorado un bello rosetón central.



Esta iglesia tiene mucho parecido a la Catedral de Florencia, especialmente por las columnas salomónicas del frontis y los bajo relieves de la fachada en los cuales se representan escenas bíblicas. Son decorados bellísimos que vale la pena detallar.



Aquí lo típico son las piezas de cerámica muy parecidas a las que se compran en el Carmen de Viboral. Nuestra compañera Gloria compró una campanita con ‘el gallo de Orvieto’. Además de la iglesia, en Orvieto vale la pena visitar el Teatro que desafortunadamente a esta hora estaba cerrado. También hay un funicular para subir a lo alto de la montaña.



Y en Orvieto hay también muchos túneles y cavernas subterráneas que en tiempos de los etruscos se utilizaban para sacar agua o arcilla y más recientemente como depósitos de basuras. Hay algunos de esos pozos etruscos habilitados para que los turistas conozcan su interior.

Luego de una hora de estar en Orvieto continuamos nuestro viaje esta vez hacia la cuna de Santa Catalina. 

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