2011/01/13

Roma

Lunes 14 de junio de 2010:

A las 3:30 de la tarde salimos de Pisa hacia la Capital del Catolicismo. La tarde sigue muy bella. Mejor tiempo no podíamos tener. Esta vía por la que transitamos es la principal arteria italiana por lo cual el tráfico se ha incrementado considerablemente. Como es lunes y la carretera lleva hasta la capital italiana, circulan además muchos camiones pesados, casi todos de color blanco y algunos hasta con dos tráileres. A diferencia de las vías francesas, esta autopista italiana tiene dos y no tres carriles a cada lado. En Italia el combustible cuesta unos 14.000 pesos colombianos el galón.

Por un lado de la autopista acaba de pasar un tren tan rápido como el AVE español. Hasta por sus colores rojo y negro parece una serpiente gigante que se desplaza por el valle verde.  Esta zona es también hermosa, de predios cultivados, completamente plana y toda cubierta de vegetación. Una vez más aparecen los tambores de heno cultivado para el invierno.

Una hora después de salir de Pisa pasamos por un lado de Florencia, ciudad que se divisa al norte y se distingue por la torre de la Catedral.  A las seis de la tarde dejamos atrás la Toscana y entramos a la región de la Umbría. En el asiento trasero converso con Nilsa sobre su profesión de abogada y la experiencia suya como fiscal en tiempos bien difíciles. 

El firmamento está completamente despejado, cada cierto tiempo aparece un pueblito encantador colocado en lo alto de un montículo y con una delgada torre cuadrada en el centro del poblado. No hay duda: a los italianos, como a mí, les gustan los pueblos altos con vista panorámica.  Hacia la izquierda aparece Orvieto, población que visitaremos de regreso y que se ufana de tener la iglesia más hermosa de Italia. Por acá también hay un pueblo llamado Viterbo del cual tomó su apellido Santa Rosa, en Risaralda.  Ya se ve el río Tíber, en honor del Emperador Tiberio. Son las siete de la tarde, dejamos la Umbría y entramos en el Lacio.

Luego de pagar un peaje de 21 €, a las 7:30  nos disponemos a ingresar a ‘La Ciudad Eterna’.  Como esta tarde juegan en Sudáfrica: Italia y Paraguay, se ven banderas tricolores decorando los negocios. El ingreso a las vías de Roma es bastante complicado por poseer calles tan estrechas y máxime que a esta hora todos quieren llegar temprano a casa para ver jugar su selección. Me admira ver motos de una llanta adelante y dos atrás,  que se sostienen solas y abundan en Roma.

En este momento estamos atravesando el Monte Sacro frente al cual Simón Bolívar juró liberar a América del yugo español. Álvaro nos cuenta también acerca de la Peregrinación del Camino de Santiago, o año Jacobeo. Va desde Francia hasta Galicia, arriba de Portugal. Es una marcha de seis meses por trayectos previamente establecidos.

Anduvimos una travesía por la Vía Nomentana que termina en un deprimido y se pierde luego ante una muralla. Una gaviota que cruzo volando nos hizo frenar de improviso. Continuamos por La Plaza del Pueblo con obeliscos y arcos, y más adelante vimos el Consulado de Colombia con nuestra bandera flameante.



A las 8:30 Álvaro nos pasó frente al Vaticano y la Catedral de San Pedro. Como que todos nos imaginábamos más grande la sede Pontificia. Nuestro hospedaje está a solo 8 cuadras del Vaticano. Un apartamento bien cómodo, de esposos pereiranos en donde se han alojado Álvaro y sus grupos en ocasiones anteriores. La habitación nuestra es muy amplia, con tres camas y televisor en donde vimos Paraguay 1 Italia 1. Luego llamé por teléfono a mi morena y a mis hijos. Jorge Henao llegó de Barcelona a nuestra pieza a las dos de la mañana. Le tocó pagar 100 euros por una carrera desde el aeropuerto que normalmente cuesta 40 €. Cómo abusan los taxistas. 


Martes 15 de junio de 2010:

Dormí muy bien esta noche romana. Frente al edificio en donde nos alojamos hay un servicio de Internet y allí estuve escribiendo. Y a la vuelta una lavandería en donde hice arreglar mi ropa. Parece que me cobraron más de la cuenta pues por diez piezas pagué 18 euros. Hay quienes dicen que los italianos se aprovechan con frecuencia de los turistas, como le ocurrió a Jorge Henao la noche anterior.
A las 11:30 salí de nuevo con mis compañeros de viaje a visitar la Catedral de San Pedro. Hermosa. Por dentro y por fuera es inmensa y de verdad muy, muy bella. Esta mañana lloviznó algo, pero cuando salimos de la Basílica también un sol brillante se asomaba en el firmamento. Qué fortuna venir a esta ciudad en un día de verano. Soy un privilegiado de encontrarme acá con amigos tan queridos y con tiempo suficiente para detallar todo.




Por fuera la Basílica de San Pedro es imponente. Uno no logra abarcar con los dos brazos extendidos ni la mitad del ancho de las columnas. En la parte superior del edificio hay imágenes preciosas de Papas y Santos que le dan elegancia al contorno. 



La fuente cerca al Obelisco y a la entrada de la Plaza es bellísima y en medio del calor de la tarde refresca el ánimo ver caer los chorros de agua sobre la pileta inferior.



Internamente la Basílica es de los templos más bellos que he visitado. Me encantaron las cúpulas del techo, las innumerables esculturas grandes y estatuillas perfectas  que decoran los muros;  y el piso en mármol tan fino y de colores firmes. Hacia la una de la tarde nos encontramos de nuevo para almorzar en Il Fico. Mientras llegaban los platos nos gozamos a Gloria Elena por el lenguaje combinado de nuestra ‘políglota’.

‘Muy simpático, garzón!’, le dice agradecida al mesero. Y para saber cómo se llamaban unas gemelas preciosas que nos encontramos ayer, nuestra compañera le pregunta a la mamá ‘Your nombers’. También nos reímos cuando Gloria definió el fino vino de la casa como ‘jugo de mora del día anterior’. En fin que la espera se nos hizo corta, el plato de lasaña estaba delicioso y el tiramisú de postre, exquisito!



Alguien averigua la razón por la cual las calles romanas son curvas y estrechas. Álvaro le da tres razones para explicar esa circunstancia:

1 – Los romanos no tenían el concepto matemático de la cuadrícula, que vino luego con los árabes.
2 – Las calles tan juntas ayudaban a preservar del frío a sus habitantes, y
3 – La ciudad de Roma no se construyó de una, sino poco a poco.

El Castillo de Santángelo era antes una cárcel. Más tarde el Papa lo utilizó como refugio para esconderse de sus perseguidores, por ejemplo: Napoleón. Cuentan también que el Castillo fue el sitio hasta el cual llegaron los romanos a rezar para que desapareciera la peste que los tenía diezmados. Entonces apareció un ángel con la espada abajo y desde ese día los habitantes de la ciudad  colocaron en lo más alto del Castillo la imagen del Ángel Salvador.



Visitamos la Plaza Navona, una de las plazas más bellas del mundo. Está ubicada en lo que antes fue el Estadio de Dioclesiano en donde se hacían los juegos. Tiene tres fuentes principales: la del Moro, la de Neptuno y en el centro la hermosa fuente de Lorenzo Bernini llamada De los cuatro Ríos, los únicos que se conocían en la antigüedad y cada uno representando los cuatro continentes: Nilo, Ganges, Danubio y Río de la Plata. Decoran la fuente los animales más importantes para Bernini, a saber, el león, la serpiente, el caballo y el cocodrilo. En el centro de la Plaza Navona está el obelisco traído de Egipto cuando se construyó la represa de Asuan.



Ante la fuente de los cuatro ríos los turistas también acostumbran arrojar monedas para asegurarse de volver a Roma. Álvaro ha venido muchas veces a la capital italiana, por eso cuando de nuevo lanza la moneda al agua, la fuente le responde:

‘Tacaño, la misma moneda y ya has venido 12 veces a Roma!’

A continuación visitamos el Panteón de Agripa, el único edificio en pié y completo con más de dos mil años. Los demás monumentos de esa época están en ruinas o se conservan en partes. El Panteón, erigido en honor de todos los dioses, es un templo precioso en forma de círculo, conocido popularmente como La Rotonda, con cúpula en cuadrículas que se hacen más pequeñas hasta llegar a la ventana circular del centro. El piso está formado por bellas losas de mármol de colores. También tiene columnas acanaladas con capiteles corintios.

El Panteón es hoy la Basílica de Santa María de los Mártires. Allí está el monumento a la Reina Margarita y la tumba de Víctor Manuel II, el último Rey que tuvo Italia y que logró unificarla. Se cuenta que hoy sus descendientes han pretendido restablecer la monarquía en Italia, pero sus intentos fracasaron cuando a algunos de ellos los cogieron en malos pasos.

Es tanta la afluencia de turistas en Roma que casi todas las calles del centro son peatonales. Se cree que a la ciudad eterna llegan unos 200 mil turistas diariamente. Nosotros nos admiramos al contemplar la Columna de Trajano, muy linda, decorada con bajo relieves que ascienden hasta los 30 metros que mide el monumento y recuerdan las victorias de Trajano frente a los dacios o rumanos. La cinta de bajo relieves que envuelve la columna mide unos 200 metros y da 23 vueltas al poste. A través de 185 escalas interiores se puede subir hasta el mirador arriba de la columna en donde está la escultura de San Pedro.

Frente al Obelisco de Trajano está el Domo, un centro Comercial hermoso con una cubierta o techo de vidrio grabado. Me encanta el decorado superior en mármol color café claro.   Y otra cosa que me gusta es el agua que se bebe en Europa. Tiene un sabor un poco dulce muy rico. En cada ciudad hay bebederos públicos que le permiten al turista ahorrarse el costo de las botellas de agua tratada. Y para la naturaleza también es un beneficio inmenso.

Roma me está gustando bastante. Será por la gran cantidad de iglesias que hay para visitar. Siempre me gusta visitar los templos de cada destino. Y en Roma sí que hay ermitas, y todas preciosas.  Como el Santuario Madonna delle Fratte. Su interior es admirable, decorado con frescos finísimos. A esta hora un sacerdote dice la misa en latín y de espaldas a los fieles.



Pasamos por la Plaza de San Silvestre y después estuvimos en La Plaza España, con su bello obelisco y unas escalinatas en donde se sientan todos los turistas. Es un punto que todos los visitantes quieren conocer y disfrutar. Porque tiene su encanto, a esta hora ventea rico y se siente el ambiente tan cosmopolita. El Obelisco de la Plaza España es muy hermoso. En su base tiene unas esculturas en mármol divinas. Los pliegues de los vestidos tienen una caída tan natural  que deslumbra al  observador más desprevenido. 



Aquí vienen personas de todas partes, menos de Italia. Los italianos en verano, prefieren ir a pueblos pequeños o a fincas. Álvaro nos cuenta que los norteamericanos se inclinan más por Italia que por cualquier otro país europeo. Y lo que sí abundan en Roma son orientales, de baja estatura y nada bonitos. Calculo que el promedio de edad de los turistas es de 55 años. Claro que hay muchos jóvenes europeos a quienes les resulta muy económico venir a Italia. Y  los europeos mayores de 65 años tienen muchas gabelas para viajar y visitar museos y monumentos. 

Además me ha llamado la atención los muchos bebés que se encuentra uno en Europa. Tenía la idea que al llegar al viejo continente no iba a encontrar más que personas de la tercera edad. Pero no, se ven muchos niños en carritos o cargados en bolsas tipo canguro. Y es que España, por ejemplo, tuvo hasta hace poco un programa de subsidios económicos para las parejas que tuvieran hijos. Y otra cosa que he visto asombrado son los autos marca Fiat que tienen un habitáculo bastante amplio. También las busetas públicas de forma cuadrada y al parecer con sistema eléctrico.

Desde cuando vi la película ‘Elsa y Fred’ sentí deseos de conocer la Fuente Trevi y he aquí que hoy se me da esa oportunidad. Son las cinco de la tarde de este 15 de junio que hubiera sido el cumpleaños 98 de mi mamá Lucila. Estando acá pienso en mis vástagos y lo que más quisiera es que muy pronto ellos también tengan oportunidad de visitar Europa.

Estar acá al lado de la fuente y en medio de turistas de todo el mundo es un privilegio y una gran alegría. Junto a la Fuente Trevi está el monumento erigido en honor del Papa Benedicto XIV. En medio del tumulto vuela una gaviota que disfruta del espacio como si además le gustara ser el objetivo de las cámaras fotográficas. Es un ave grande que con muchas otras complementa el paisaje tan hermoso de este lugar emblemático. Álvaro opina, con razón, que EPM he debido construir una fuente similar a esta en el Parque de los Pies Descalzos, pues una de las mayores riquezas de Antioquia  es la abundancia de fuentes hídricas. De todas maneras los chorros de agua en la que juegan los niños es algo.

Luego estuvimos en la Plaza de Venecia con su espectacular y hermoso monumento a Víctor Manuel II. Me quedo boquiabierto al contemplarlo. Es sin duda el monumento más grande y más bello que he visto. En seguida visitamos el Coliseo Romano de Vespasiano y el Arco de Constantino. Álvaro

nos recuerda cómo en la época de Vespasiano un esclavo era, en términos latinos,  una ‘res’, es decir, una cosa, no tenía ningún valor y el amo tenía derecho incluso sobre la vida del siervo. De ahí que había mucha gente para trabajar en la construcción de monumentos como el Coliseo Romano. Hasta cuando vino Cristo a hablar del amor a los hermanos.

Son las seis y media de la tarde y tomaremos el Metro para ir al hospedaje. En esas se le acabó la carga a la batería de mi cámara. Primero abordamos por un euro cada uno, un viejo tren muy sucio hasta la estación Termini. Luego tomamos otro tren de la Línea A, sin hacinamiento y más limpio que nos dejó en la estación Ottaviano que está cerca de El Vaticano y a la casa de Mariano. La ventaja de viajar con Álvaro es que él se conoce las líneas y sus estaciones como si viviera en Europa. En este recorrido el tren sale a superficie para atravesar un puente sobre el río Tiber y enseguida regresa al túnel subterráneo. Para llegar a ‘nuestra casa’ basta caminar una cuadra por la vía Octtaviano hasta la vía Germánico y ya está uno en la esquina del edificio frente al cual hay un servicio de Internet.

Además de revisar el correo, hablé por teléfono con Josefina Caviedes, la monja de la Compañía de María. Muy querida me invitó para que fuera a desayunar mañana a la Casa General. En la tienda cercana me aprovisioné de viandas: una naranja por 0.80 € y café con lasaña por 12.50 euros. Más tarde ya en la habitación tan cómoda, con aire acondicionado y sábanas finas vi en compañía de Álvaro y Jorge Enrique el partido Corea – Brasil.


Miércoles 16 de junio de 2010:

Como hacia el medio día dejaremos Roma para viajar a San Gimignano, muy temprano me levanté a empacar y dejar mi maleta lista antes de ir a la Compañía de María. Mientras mis compañeros fueron a visitar la Capilla Sixtina, yo me desplacé de nuevo a la Vía Nomentana 333 para conocer la Casa General en donde mi hermana Silvia vivió 18 años. Mis compañeros me critican por perderme esa visita, pero hay que dejar algo para otra venida que ojalá se me pueda dar. Además la Vía Nomentana quedó grabada en mi mente en aquellos años juveniles cuando recibía cartas con esa nomenclatura en  el remite.

Josefina, la secretaria de Beatriz Acosta la Madre General me dio las indicaciones para llegar primero en Metro y después en bus. Y sí, no fue nada complicado. Siguiendo las instrucciones de Josefina, cogí el Metro en Ottaviano con dirección Termini y desde allí un bus que me dejó cerca a la Compañía de María. En el Metro iba una señora que me recordó la figura de la Tía Mona Villa. Será acaso por lo Barberi?

Muy queridas las monjas me invitaron a desayunar  con ellas en el refectorio. Allí estaban Beatriz Acosta, la General; Josefa, Ana, Alicia, Lola, Rita y una religiosa de raza negra y africana que hace parte del Concejo General. Fue una visita muy agradable para mí, conversando con las religiosas y luego conociendo toda la casa de cuatro pisos, campestre y con ascensor. Subimos hasta la terraza desde donde se divisa parte de la ciudad en esta espléndida mañana de verano. Antes del medio día regresé por una ruta diferente que me indicaron muy bien mis anfitrionas.



Observo cómo aquí también se regala en las estaciones del Metro un periódico semejante al ADN que distribuye El Tiempo en Colombia. En Roma muy poca gente utiliza motocicleta para ir al trabajo, pues en general todas las ciudades europeas cuentan con una muy completa red de metros. La capital italiana tiene dos líneas de Metro que se cruzan en la Estación Termini. Sin embargo ya están construyendo la Línea C  para el transporte masivo. No es fácil, pues en casi toda excavación se encuentran una ruina arqueológica, y vaya a ver usted qué importa más. Este Metro romano tiene televisor en los vagones, pero sin audio, pues el video es discrecional, en cambio el audio lo oye uno, quiera o no. Muy bien.



Mi cuñado insiste en burlarse de mí por el hecho de haber dejado para otro viaje la visita a la Capilla Sixtina.

‘Eso mismo le pasó al Loco Henao, el único que era capaz de ganarle a Ramón Hoyos. Cuando ya estaba a punto de coronarse campeón y le llevaba cinco minutos de ventaja a sus competidores, al Loco Henao le dio por parar en un río para bañarse dizque para que la novia lo recibiera muy limpio. En esas, claro, llegó Ramón Hoyos y los sobrepasó sin mayor esfuerzo. Así le pasó a Germán, que después de estar en Roma prefirió meterse a Internet en vez de conocer la capilla Sixtina’.

Según Álvaro, cuando Benedicto XVI pasó frente a Gloria Elena, le dijo con un gesto de desaprobación:

‘Me la hizo el Germán, no?’

Reprochándole a mi compañera el que yo no hubiera estado en la plaza de San Pedro para recibir su bendición, este miércoles, por ir a saludar a las monjas.


En una buseta de servicio público y por una vía más rápida regresé a Ottaviano y de ahí a la casa de Mariano en donde esperé a los compañeros para salir a las doce del día hacia San Gimignano, pasando por Orvietto y Sienna.


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